lunes, 31 de agosto de 2009

MARES HELADOS

Hace mucho que no escribo en el blog porque no he tenido tiempo pero vuelvo para contar las cosas que remueven mis cimientos. Me han pasado dos cosas muy importantes en estos días. Una hace tiempo y no he podido contarla antes pero prometo hacerlo pronto. De esa no voy a hablar ahora. Ahora voy a hablar de la que me ha sucedido esta noche. No se si me repito. Con la memoria de pez que tengo no se si esto lo he escrito ya. Las cosas no siempre son blancas o negras. Esto es una perogrullada? A veces uno confunde molinos con gigantes como el Quijote. A veces uno se equivoca, a veces uno tiene la fe y tiene la intuición pero puede fallar. Hace poco me dijeron que cuando uno tiene un deseo muy fuerte se cumple. Como dijo Paulo Coelho. Cuando uno tiene un sueño el universo entero conspira para que se haga realidad. Quiero creer en eso. Seré una idealista pero me moriré siendo una idealista y una soñadora. Me gusta como soy. No me cambiaría por nadie. Algunas cosas de mi las cambiaría pero ya he aprendido a convivir con mis errores. Ya lo dijo Chaplin. Me repito, me repito porque se me olvida como no me repita. Solo sé que a veces las palabras son como un pico de un alpinista que rompen un mar helado que uno lleva dentro. A mi alguien me ha roto un mar helado esta noche que yo llevaba dentro. Y cuando he dicho adiós algo se me ha roto por dentro. Cada día me sorprendo más de la suerte que tengo de cruzarme con gente maravillosa queme abran aún más los ojos si cabe. Copenhague nunca será lo mismo ya. Está atada a tu recuerdo. Joder, que guay. Esa era la frase preferida de Aeroestar, al que nunca conocí, sólo por su blog que ya es mucho. Joder que guay que a veces la vida te regale momentos que se te queden grabados para siempre y sean de tanta intensidad. Joder que pena que a veces las cosas no se puedan cambiar. Joder, joder y joder. Nueva York es un estado de ánimo, las jaulas de cristal y la hipersensibilidad son incompatibles. Déjalo, Maga, déjalo, que vas por mal camino. Déjalo estar. Olvídalo que ya sabes cómo acaban estas cosas.