martes, 25 de diciembre de 2012

CIGARRETTES


En mi casa fumar es casi como matar a alguien, me dijo. En realidad sólo te matas a ti, corroboré. Pero da igual, fumar es casi como robar en mi casa. Menos mal que dejé de fumar.  Me escondía como un criminal. Me inventaba excusas para salir a comprar tabaco. Tenía millones de estrategias y siempre andaba con el miedo a que me pillaran porque podía ser   una tragedia. Usaba caramelos, colonia, ambientadores, el olor era tan penetrante y ellos tenían ese olfato tan fino.  Ahora me siento libre de esa carga pero ellos no me ayudaron mucho a dejarlo, más bien fueron un escollo. Siempre fui como un extraterrestre en mi propia casa. Bajó la mirada y me dijo en un susurro, yo creo que soy adoptado. 

COSAS QUE NUNCA TE DIJE


Ni mis hermanos ni mi madre ni mi padre jamás han leído una palabra de lo que escribo, ni les interesa, me dijo. En realidad lo llevo en silencio como las almorranas. Hay cosas de las que nunca se hablan y esas son las más importantes. Eso decían en una peli que vi. Era una peli triste pero era buena y me gustaba mucho el título. Te la prestaré un día. Lo estoy deseando, le dije, con la más amplia sonrisa que pude. Tranquilo, podrás con esto. Hay cosas que no se pueden cambiar, ni lo intentes, es tiempo perdido, es mucho mejor aceptarlas como son. Sí, me dijo, te la prestaré, es una peli fantástica. 

AMO EL PELIGRO


Me dijo, cuando vayas al baño entrarás en otra realidad y cuando volví del baño yo le dije a él, ¿cuánto tiempo he estado en el baño? Entrar en esa casa era entrar en otra realidad, en la realidad de la filosofía, de lo oscuro, de la magia, de lo prohibido…Me hizo sentir miedo a volver a caer porque yo ya estuve en esa casa un día y caí muy abajo. Pero me atrae, me atraen esas cosas como un imán, como el fuego atraía a los neandertales, no sé porqué, nunca lo he sabido pero ahora tengo más cuidado e intento no pasar el límite aunque el límite es difuso y el peligro siempre está ahí, agazapado entre las cosas más inofensivas, esperando para atraparte si bajas la guardia. 

NOCHEBUENA EN FAMILIA


Nochebuena. Los villancicos flamencos de canal sur hasta la saciedad, hasta que te duele la cabeza. El dueño de la cena elige el menú, dice a la hora que se cena y nos hace a todos esperar hasta que a él le apetece. Ordena la velocidad de la cena, cuando las gambas, cuando el postre. Todos los súbditos acatan sus órdenes sin rechistar y con gran sumisión. No es ni de la familia. A mí me da asco él y sus órdenes. Odio la Nochebuena.

lunes, 24 de diciembre de 2012

HÁBITOS



Todos los días los mismos mecánicos actos:
Remolonear en la cama diez minutos más y al final levantarme una hora o dos más tarde. Café con leche con poco café. Sacarina. Al microondas. Hotmail saboreando el café todavía. Música. Algún video nuevo que he descubierto en Youtube y lo pongo en bucle. Una y otra vez. Facebook. El almuerzo. Las noticias que siempre son las mismas. Hoy come Pablito con nosotros. Lavarse los dientes. Otra vez ordenador. Correr hasta la estación. A ver si hoy no me encuentro ningún perro. Me cruzo con la misma gente de camino todos los días. Y todos los días los saludo sonrientemente entre jadeos. Abdominales los días pares para que el músculo descanse. Pesas los días impares. Más música. Portátil. La cena. Verdura cocida o a la plancha con ajo y perejil. Sacar la bandeja para mi padre. Mi madre ya ha cenado. El tiempo, lo que más le gusta a mi padre. Canal sur a todas horas. Mi padre no ve otra cosa. A mi madre nunca le gustó la tele. Arrayán.  No la seguimos ninguno pero siempre está puesta a la hora de acostarse mis padres.  Apagar el gas. Poner la tila. Sacarina.  A veces con miel. Cambiar la sonda. Un rato de charla con mis padres ya en la cama. Mi conversación favorita del día. Tráeme la botella del agua. Ya lo sé, papá, lo hago todas las noches. Mañana que comemos. Buenas noches. Un beso a mi padre y otro para mi madre. Me subo para arriba. Mi blog. Wassap. El fijo. Con el principito o epi. Epi nunca está. Hablo más con su madre que con  ella. La 2 noticias. Mara Torres. Esta tía es fantástica aunque echo de  menos a Lorenzo Milá. Música. Una última canción antes de terminar el día. Echar la puerta. Quitar la llave. Lavarme los dientes.  A la cama. Poner el despertador con el convencimiento de que me voy a levantar a la mañana siguiente. Leer un rato. Apagar la luz y dejar siempre un resquicio de la luz de las farolas entrando por la ventana, sino no me duermo. A los brazos de Morfeo. Y así sucesivamente uno tras otro, pasan los días.

domingo, 23 de diciembre de 2012

EL MECHERO


Estábamos hablando. Me estaba diciendo algo de un mechero y entonces Él se acercó a la barra  con una chica. Me fijé en sus manos cuando cogía el vaso, tenía los dedos fibrosos, delgados y muy largos. Me pregunté cómo serían para las caricias. Yo ya había perdido el hilo de la conversación y asentía. Mi interlocutor se dio cuenta  y me dijo: No me estás escuchando. Te aburro? No, no, en absoluto. He tenido un lapsus y me he ido de este mundo por un momento pero te escuchaba. Perdona. Entre los neones y flashes de la discoteca no podía verlo claramente e intuía sus rasgos aún más atractivos. Tan inalcanzable como una estrella en el cielo. Con esa chica tan guapa y delgada. Tan radiantes los dos. Volvimos al mechero y puse de nuevo los pies en la tierra.

jueves, 20 de diciembre de 2012

20122012

Sólo hay dos cosas importantes en la vida: APRENDER Y AMAR
Jesús de Nazaret

BUSCARTE

Quiero que sepas una cosa: estoy cansado de buscarte. Estoy harto de escribir poemas en los que te busco. A partir de ahora me dedicaré a lo que realmente me gusta: me dedicaré a seguir buscándote.
Jose María Gómez

LA BESTIA NEGRA


Sintió un ruido y miró para atrás; entre la maleza apareció una bestia negra bufando y corriendo hacia ella. Ella echó a correr. Sentía  las garras de la bestia justo detrás, pisándole los talones .  Estaba aterrorizada y notaba todo su cuerpo temblando. Miraba para atrás y cada vez la veía más cerca, sus colmillos afilados estaban sólo a unos metros de ella. Era una bestia negra corriendo detrás de ella como en su peor pesadilla pero esta vez era real. 

martes, 18 de diciembre de 2012

EL LENGUAJE

Estoy enamorada de las palabras ;-)

EN LA PRÓXIMA ESQUINA


Leire se decía a sí misma: te cruzarás con él en cualquier esquina o quizás en un paso de peatones. Seguramente iréis los dos a coger la misma lata de guisantes en el supermercado. Todos los días Leire se repetía: coincidirás con él en cualquier librería, los dos os parareis a contemplar el mismo cuadro en cualquier museo, en ese concierto seguro que te pisará. Leire se sorprendía pensando mientras paladeaba un helado: en esa playa le estará haciendo fotos a las olas o estará ensimismado en contemplar el paisaje, o seguro que se sienta a tu lado en el autobús. Cada mañana Leire se levantaba con el mismo pensamiento: en la próxima esquina, tengo que estar atenta, no sea que no me dé cuenta que es él. Seguro que en la próxima esquina.

domingo, 16 de diciembre de 2012

16122012

Los niños comienzan por amar a sus padres, después de un tiempo los juzgan; rara vez, si acaso, los perdonan.
Oscar Wilde

sábado, 15 de diciembre de 2012

LA NOCHE

Adoro que llegue la noche. Adoro la quietud de la noche, el silencio de mi terraza, el olor a suavizante de mi pijama. Adoro la paz que viene con la noche, encontrarme conmigo misma, escribir. La noche es mía y de los gatos vagabundos que deambulan por las calles sin rumbo fijo. Lo siento mucho pero no puedo escribir durante el día, no encuentro ese momento de sosiego. La noche siempre fue lo mío ;-)

15122012

No te tomes la vida demasiado en serio;
nunca saldrás vivo de ella.
Elbert Hubbard

viernes, 7 de diciembre de 2012

HASTA DE ESPALDAS


Lo vi de espaldas, como se alejaba por la otra acera, era él, lo vi de espaldas pero estoy segura de que era él, se tocó el pelo por la nuca como solía hacer. Creo que él me vio y se hizo el desentendido, me dolió, después de los días que pasé en su casa, me hizo sentir estúpida.

UÑAS NEGRAS


Hoy me he acordado de algo que me pasó hace tiempo, quizá porque he discutido con mi madre. Cuando vivía en Almería fui a coger el autobús una vez y me encontré con ella, estaba esperando el autobús, era una mujer más o menos de la edad de mi madre. Me senté con ella y le pregunté si hacía mucho que había pasado el 18, me dijo que hacía muy poco que había pasado uno. Vaya, dije. Yo llevaba el walkman y aquel día escuchaba los planetas. De pronto ella me habló y no entendí lo que me dijo, me quité el walkman y le pregunté, perdone, que ha dicho? Sonrió y me dijo: llevas las uñas muy bonitas pintadas de negro. Gracias le dije, sin salir de mi sorpresa. Las uñas negras son algo góticas y modernas y me sorprendió que a una mujer de su edad le gustaran. Mi madre siempre me decía que eran horribles y que me las pintara rosas. Luego continuó: Cuando yo era joven me pintaba las uñas azules y mi madre me pegaba. Aprendí pronto a coser y me hacía mis propios vestidos, a ella no le gustaba ninguno y me pegaba por cualquier cosa. Yo callaba. Ella continuaba: Mi madre hace cinco años que murió. La cuidé hasta sus últimos días. Se enfadaba conmigo porque me perfumaba y luego me decía que le comprara el mismo perfume que usaba yo. Aún hoy día no entiendo porqué mi madre era así. Sé coser muy bien. Vivo aquí cerca, pásate un día y si quieres te coso algo. Estaría encantada le dije. Luego llegó el autobús y seguimos hablando dentro. Me está esperando mi hijo en la siguiente parada, me dijo. Bueno, pues como vivimos cerca, supongo que nos volveremos a ver y sino me paso un día por tu casa, dame tu dirección. Apunté la dirección y me despedí de ella pensando que acababa de hacer una amiga. El hijo de unos cuarenta años la recogió sin decir nada. No volví a verla. Perdí la dirección y no volví a encontrármela a pesar de que vivíamos en el mismo barrio. Hoy me he vuelto a acordar de ella. Supongo que nos hubiésemos hecho grandes amigas a pesar de la diferencia de edad. Cuando me pinto las uñas de negro me acuerdo siempre de ella.

viernes, 30 de noviembre de 2012

CUALIDADES LITERARIAS



Es conocer a alguien y pensar en sus cualidades literarias, en sacarle el máximo partido a la situación para que suene literario; me vienen incluso las palabras a la cabeza.  Si voy a una fiesta :”La chica que abrió la puerta llevaba una camiseta ancha y se notaba que no llevaba sujetador, esto lo turbó…” Si voy a comprar al hym: “Coincidí en la sección de lencería con un hombre mayor muy guapo, y me pregunté a quién le estaría comprando la ropa interior…” Si voy al banco: “El hombre sonrió como si nos conociéramos de toda la vida y me dio la impresión de que lo conocía de antes aunque nunca lo había visto…”Ya tengo deformación profesional y esto no ha hecho más que empezar ;-)

miércoles, 28 de noviembre de 2012

COMPARACIONES



Siempre salgo perdiendo cuando me comparo. Me lo han dicho una y otra vez, lo he leído en cientos de libros pero no puedo evitarlo. Ya sé que las comparaciones son odiosas, que sólo sirven para destruirse, que cada uno es especial  y a su manera diferente, ni mejor ni peor pero algo en mi interior me empuja a compararme para captar como es alguien. Conociendo en que se diferencia y en que se parece a mí es como consigo absorber su esencia. Es conocer a alguien y pienso: ella está más delgada, yo soy más alta, tiene más carácter, yo soy más humilde, tiene más sentido del humor y así sucesivamente. No es sano psicológicamente, lo dicen todos los que entienden, lo sé, pero es como logro conocer a la gente.

INDESTRUCTIBLES


Dedicado a S3sado ;-)
"Y ahora repites una y otra vez que ya no sientes lo que un día fue,
la fuerza que nos mantendría unidos ante el mas fatal de los destinos..."

martes, 20 de noviembre de 2012

SU TERRITORIO



Él lucha con uñas y dientes por defender lo que es suyo. Yo nunca supe luchar así por algo, defender algo, supongo que porque no tengo muy claro que nada sea mío o me pertenezca. Él sí. Él no deja que nadie meta la zarpa en su comedero. No deja que nadie se mee en su territorio. Él es algo así como un animal salvaje, un lobo o un águila, defendiendo lo suyo, lo que cree que es suyo y estoy segura que mataría si fuese necesario con tal de defenderlo. 

LAS MOSCAS


En mi casa el problema son las moscas,me dijo, parece una tontería pero no lo es. Las moscas se meten, lo cagan todo, te importunan. En mi casa tenemos grandes discusiones debido a las moscas. No es cuestión baladí la de las moscas. Siempre se busca el culpable de dejar la puerta abierta. Buscar al culpable es lo que más gusta en mi casa. Uno cree que hay cosas más importantes y cosas que menos pero siempre hay que estar pendiente, aunque sea de las cosas pequeñas, las moscas por ejemplo. Te pueden hasta arruinar la vida. No sabes hasta qué punto son las moscas asunto importante en mi casa

jueves, 15 de noviembre de 2012

BUSCANDO Y ENCONTRANDO





Cuando lo conocí buscaba a alguien. Lo sé porque daba muchas vueltas en los pubs cuando llegaba, como buscando a alguien. Cuando yo no estaba la gente me lo decía. No era a mí a quien buscaba. Lo supe mucho tiempo después. En aquel momento creía que era a mí a quien buscaba. Un día descubrí que cuando yo estaba también daba vueltas como buscando a alguien pero aún así lo pasé por alto y no quise creerlo, era demasiado duro para creérselo y yo estaba terriblemente enamorada de él. Uno a veces cree lo que quiere creer no lo que ve aunque lo tenga en sus mismas narices. La primera vez que visité su casa era su cumpleaños y me había invitado a pesar de que hacía muy poco que nos conocíamos. Cumplía los años en enero como yo y ambos éramos acuario y cumplíamos además, para más inri, los mismos años. Creí que era una señal. Suelo creer en esas cosas aunque a mi edad ya no sea normal. Ese día, lo recuerdo muy bien, el día que vi su casa, aún conociéndolo muy poco, me enamoré de él.  Tengo la certeza de que si uno visita una casa puede saber cómo son los que la habitan y yo supe enseguida como era Oriol. Supe de su sensibilidad y amor por el arte por los cuadros que tenía colgados en las paredes. Supe de su pasión por viajar por el mapamundi que había a la entrada de la casa. Supe de su amor a la fotografía por las fotos que decoraban el salón, hechas por él mismo, según me dijo. Me di cuenta de su amor a la lectura porque había libros por todas partes, hasta en el baño. Me enteré de su amor a la música por el equipo del salón (donde por cierto no había televisión) y por la vitrina llena de compacdisc. Entendí que no le importaba mucho la limpieza por la pátina de polvo que lo cubría todo e inmediatamente caí en la cuenta de que era el hombre de mi vida. Aquella noche lo observé con gran detenimiento, cada palabra, cada gesto, cada mirada, en busca de algún recíproco sentimiento parecido al que acababa de nacer  en mí y no atisbé nada. Disimulé muy bien y creo que no se me notó. Yo me encontraba muy rara porque no conocía a nadie allí, todo eran amigos suyos que yo no conocía, exceptuando algunos profesores con los que no había conectado.  Nadie se molestó en hacerme mucho caso y él de vez en cuando venía a salvarme de mi aislamiento con su simpatía natural e intentaba que me integrara en la fiesta. Nos conocíamos poco, yo hacía unas semanas que había llegado a aquel instituto como interina cubriendo una baja de un embarazo con riesgo. Él era el jefe del departamento de Lengua y Literatura y tenía la plaza desde hacía mucho tiempo a pesar de lo joven que era. Me dijeron que se sacó las oposiciones a la primera, nada más terminar la carrera y que fue  un estudiante brillante que destacó en su promoción. Luego supe que también se dedicaba a escribir, y había ganado varios premios en la provincia. Se notaba que el resto de profesores lo adoraban y algunos, a los que acababa de conocer, como a él, habían ido a la fiesta, pero por ninguno había sentido aquella fascinación que sentía por todo lo que rodeaba a Oriol. Oriol era todo lo contrario a mí y a pesar de ello representaba todo lo que yo no tenía  y que me hubiera encantado conseguir. Él era tremendamente sociable y tenía muchas habilidades sociales, a mi  me costaba horrores relacionarme, yo era más bien un ser solitario. Yo, aunque no estaba siempre triste y melancólica, no era una persona alegre ni optimista, sino más bien lo contrario. Y aunque tampoco estaba yo siempre preocupada parecía por mi aspecto que si lo estaba y a Oriol parecía no importarle nada, ni existía nada en el mundo que enturbiara su felicidad constante. Yo estaba llena de miedos y era muy insegura y Oriol hablaba con una seguridad aplastante sin llegar a ser pedante. Todo esto sólo lo intuía al principio pero poco a poco se fue haciendo una verdad irrefutable. Yo siempre pensaba que yo era poca cosa para el gran Oriol, que era como yo lo veía, pero por alguna razón yo le caía bien y me solía incluir en sus planes. Poco a poco fuimos haciéndonos amigos, no entendía yo muy bien porqué, ciertamente lo que le sobraban a Oriol eran amigos. Aparte de haber estudiado la misma carrera compartíamos otras aficiones e imperceptiblemente eso fue uniéndonos más. Yo llevaba en silencio mi enamoramiento y se me aceleraba el corazón cada vez que lo veía pero cuidaba de callármelo muy bien por miedo a perderlo. Una noche salimos un montón de amigos, quiero decir de amigos de Oriol, mi único amigo en aquella ciudad era Oriol y a todos los que conocía era por él. Fuimos a cenar y luego nos tomamos unas copas en unos pubs. Se nos hizo tarde entre  risas y bailes, (Oriol bailaba extraordinariamente bien, tenía un gran sentido del ritmo) yo no sé mover un pie delante del otro y me quedaba embelesada observándolo. Luego Oriol se empeñó en tomar la penúltima en su casa, ya sólo quedábamos cuatro, una pareja, Oriol y yo.  Todos aceptamos encantados. Ninguno quería terminar la noche. Los cuatro íbamos algo bebidos y de camino a su casa Oriol y yo nos quedamos atrás hablando. Él me cogió de la cintura, (Oriol era muy dado al contacto humano y era algo normal en él, abrazaba, cogía de la mano, besaba y acariciaba a todos sus amigos) y yo me estremecí, su sólo contacto  unido con el alcohol me turbó y me hizo albergar algunas esperanzas. Cuando llegamos a su casa pusimos música y seguimos bebiendo. La pareja se fue al rato. Yo dije que también me iba pero Oriol se empeñó en que era muy tarde y yo vivía muy lejos, que me quedase a dormir y me fuese al día siguiente. Yo no opuse resistencia, era lo que más deseaba en mi vida, quedarme para siempre en esa casa que destilaba todo lo que yo más amaba. Me preparó el cuarto de invitados pero se echó en la cama nada más terminar de hacerla y yo también me eché y nos quedamos en silencio. Luego le dije: cuéntame un cuento y me duermo. Y él empezó un cuento precioso sobre un pescador y un anillo mágico. Pero estábamos muy borrachos y ya casi era de día y nos quedamos dormidos los dos sin terminar el cuento. A la mañana siguiente cuando me desperté él ya no estaba pero me dijo entre risas cuando penetré en la cocina: -ahora ya si somos verdaderos amigos, hemos dormido juntos y no hemos hecho nada. Eso es señal de una verdadera amistad. Y yo sonreí por toda respuesta. En poco tiempo me hice casi dependiente de Oriol como una drogadicta, necesitaba una dosis de Oriol al día, me hacía tremendamente feliz. Él parecía buscar a alguien, pero yo no me daba cuenta porque aún no lo había encontrado y yo rezaba para que no lo encontrase nunca, rezaba todas las noches para que todo siguiese igual, para proseguir esa amistad que por mi parte era admiración y entrega total hacia él. Pero nada dura eternamente. La primera vez que se fue a la cama con ella fue delante de mis narices y yo me fui a casa a emborracharme sola y a llorar. Pensé que sería una amante de una noche loca, algo sin importancia pero ella aparecía una y otra vez entre nosotros y empezó una relación que iba más o menos en serio. Yo no terminé la baja en el instituto. Me fui antes. No podía soportarlo. Me lo imagino llegando a los pubs juntos. Ya no dará vueltas por los pubs nada más llegar, como hacía conmigo. Creo que encontró por fin lo que andaba buscando. Yo no andaba buscando nada y me lo encontré a él. Él buscaba algo hasta que lo encontró. Yo me quedé sin él aún no habiéndolo buscado.