domingo, 18 de agosto de 2019

EN LAS PROFUNDIDADES


Hace una semana que mi padre no está. Me sumerjo en el mar y allí dentro, en la profundidad y sin oxígeno estoy más cerca de él. No entiendo el porqué. Buceo y veo a mi padre allí abajo. Lo siento tan cerca. Aguanto bajo el agua hasta el máximo que puedo. Antes aguantaba menos. Ahora que siento a mi padre allí aguanto mucho más. No sé por qué me ha dado por pensar eso pero no dejo de pensarlo.

Veo peces, algas, rocas. Se filtran los rayos de sol tímidamente y lo puedo ver cogiéndome la mano cuando yo era niña. Siempre tan cerca. Siempre tan unidos. Lo veo canturreando en su tractor. Tan fuerte y tan libre. Lo veo echándose la siesta en el sofá y anudándose los cordones de sus zapatos. Lo veo tan elegante, con su camisa azul los domingos. Le hablo y le digo:

- Papá, estoy bien. No te preocupes. Tú me das fuerzas. Me cuidas y me guías desde el cielo. Tú eres la luz que ilumina mi camino y yo siempre seré tu lucero del alba, como me decías de niña. Cuando mire a Venus en el horizonte al despuntar el alba te estaré viendo a ti, cuando íbamos juntos a los secanos. Tú estás allí y estarás siempre; en una abeja libando de una flor de almendro, en los rayos de sol, en la tierra seca, en la lluvia que cae del cielo y que tanto te gustaba; en cada puesta de sol, en cada arruga de los troncos de los olivos que te vieron crecer, en cada gorrión que vuela libre y en cada gato que acaricio estás tú. Porque tú eres vida y eres naturaleza. A ella perteneces. Con ella te solapas. Eres savia corriendo por las hojas y los tallos y eres un sabio y tus enseñanzas han quedado para siempre como una huella imborrable en mi ser.

lunes, 24 de junio de 2019

LA VIÑA


Crecí en la cultura del miedo.
Mi madre siempre decía:
“El miedo guarda la viña”

Si juegas puedes hacerte daño.
Si corres te caes.
Si te ríes mucho luego llorarás.
Eso fue mi niñez.

Si vas sola por la calle te violarán.
Si amas te quedarás embarazada.
Guarda el tesoro que tienes entre las piernas.
Escuchaba en mi adolescencia.

Si fumas tendrás cáncer.
Si bebes cirrosis.
Los demás son una amenaza.
Vinimos a este mundo a sufrir.
Cuando ya era una adulta continuaban
las sentencias amedrentadoras.

Mírame ahora.
Mira en lo que me he convertido.
Todas las facetas de mi vida
tienen miedo de algo.
Soy el verbo temer hecho carne.

Tranquila mamá.
La viña está muy bien guardada.

domingo, 23 de junio de 2019

LA PRÓRROGA DE LA INMORTALIDAD


“No te asuste el desgastarme,
soy eterno”
Vetusta Morla

LA PRÓRROGA DE LA INMORTALIDAD

Tengo un problema de eternidad ficticia.
Vivo sumida en la eternidad del presente,
en un segundo eterno,
en la utopía de la contemporaneidad,
en la vorágine del ahora.

No sé si mañana va a amanecer.
Vivo continuamente mis últimos días.
Eso puede estar muy bien.
Algunos escritores y psicólogos lo recomiendan
pero…

Si me rompo una pierna
me veo coja para toda la vida.
Si estoy triste y alicaída
intuyo que estaré sumida
perpetuamente
en las tinieblas.
Si quiero dejar de fumar
estoy continuamente
 con el último cigarrillo en la mano
y me veo como no fumadora
en un mañana resbaladizo que nunca llega.

Claro que al contrario también.
Si estoy feliz
pienso que hasta el fin de mis días
todo será una fiesta.

Vivo en la prórroga de la inmortalidad.
El hoy creo que me tiene atrapada.
Soy
coetánea,
fugaz
e inmortal…
a mi manera.

jueves, 13 de junio de 2019

MI PADRE


Mi padre nunca ha escuchado la frase “vivir el ahora”
pero vive el presente como nadie.
Mi padre no sabe lo que es resiliencia
ni conoce la  terapia de aceptación y compromiso
pero acepta cada momento como es
y ha sobrevivido gracias a la resiliencia.

Mi padre no conoce a Santandreu,
a Eduard Punset ni a Edckart Tolle
pero pone en práctica cada día todas sus teorías.

Yo me acerco a él,
lo escucho
y aprendo.
Yo me hago todas las preguntas
y mi padre tiene todas las respuestas.

Él nada como una golondrina
todos los ríos metafísicos que yo me invento.
Él ya no espera nada de la vida
y vive así,
con paciencia,
dejando  ser a los momentos.

DE FIESTA EN FIESTA


A mis vecinos de la plaza Orbaneja
y a sus fiestas
donde el invitado de honor
es Jesús y la alegría.

DE FIESTA EN FIESTA

La vida es una fiesta.
Mis vecinos hacen fiestas en la calle
y me invitan cuando vengo del mercado.
En mi puerta se celebran fiestas.
Dentro de mi casa hay fiestas
donde bebemos la sangre de Cristo
y los panes y los peces se multiplican.

Voy de fiesta en fiesta.
¡Qué suerte tengo!
Esta ciudad es una fiesta permanente.
El alcalde me invita a sus fiestas.
Mis padres son los únicos que no hacen fiestas.
Si supieran que yo adoro las fiestas.
Pero su casa es siempre un velorio.

Voy de fiesta en fiesta.
Qué suerte tengo,
me digo,
todo el mundo me invita a sus fiestas.
No hay que esperar al fin de semana.
Voy de fiesta en fiesta.
Qué alegría en las fiestas
y cómo nos bebemos las penas.

Voy de fiesta en fiesta.
Y en todas las fiestas está presente Jesús.
Y cómo sonríe Jesús cuando somos felices.

La vida es una fiesta.
¿Qué será la muerte?
Quiero pasar la eternidad en una fiesta.
Imagino que el cielo debe ser algo parecido a una fiesta.

lunes, 29 de abril de 2019

EL SUBCOMANDANTE MARCOS


Dedicado a una auténtica guerrillera zapatista.
Tu sueño es mi sueño y tu casa un refugio para las almas errantes.

Frente al mar recuerdo que existe el subcomandante Marcos. Confía en mí. Todo lo que sueño se hace realidad. Soñé que luchaba contigo en Chiapas por la libertad y la liberación del pueblo indígena. Soñé que éramos insurgentes y atardecía en los desiertos mientras él se quitaba por fin el pasamontañas para darte un beso. Soñé con ríos de cerveza helada y casas enormes como la tuya, llenas de libros, arte, poemas y música para hacer la revolución. El día que la revolución llegó a las calles soñé que tú besabas al subcomandante Marcos. Soñé que dormía en sus brazos y te juro que no quería despertar. Su barba olía a humo de pipa y a cerveza. Fumábamos mucho. La revolución nos ponía nerviosos. Acariciábamos nuestras armas dormidas y su tacto era frío y afilado. Canté hasta que me quedé sin voz frente a la hoguera y su mano trémula señalaba un horizonte hacia el que caminar.

Anoche soñé que todos los pueblos se autogobernaban en igualdad y libertad. Soñé con un mundo donde no había razas ni color de piel. Sólo personas y seres. Soñé con un mundo en paz, donde nadie fabricase armas; sin violencia. En ese mundo nadie sometía a nadie. Para todos era todo. Nadie se apropiaba de lo que no era suyo. Éramos todos almas jóvenes y desprendíamos luz al mirarnos. Soñé con un mundo de mujeres libertarias, liberadas, insurgentes, revolucionarias, vivas, pensantes y luchadoras. Y todas caminábamos por las calles como hermanas pidiendo pacíficamente la igualdad entre las personas y los pueblos. Sin banderas. Sin más fronteras que las de la propia vida. No soy la única que sueña. Martin Luther King también soñó hace mucho tiempo. Muchos soñaron antes y muchos siguen soñando. La utopía sirve para caminar. Soñar sirve para imaginarnos un mundo mejor y cambiar el mundo. Visualiza otro mundo como visualizas un limón y segregas saliva aunque sólo esté en tu mente. Soñar sirve para despertar. Soñé con ese mundo con el que tú sueñas y fue un sueño premonitorio. Confía en mí. Todo lo que sueño se hace realidad.

Sólo recuerdo que compartimos algo hermoso que se esfumó al alba. Al despertar mis pies estaban cubiertos de fina arena del desierto de Chiapas. Por eso sé que estuve allí. No estaba soñando.
“Los sueños cambiaron el destino de los hombres y de las naciones”.

LA OBSERVADORA


En un momento de la noche Ella se queda sola y observa a su alrededor con absoluta incredulidad como si todo fuese nuevo, como si nunca lo hubiera visto. Como si fuese la primera vez que utilizara los ojos. Todo le parece un sueño muy real pero que no deja de  ser ficción. A su alrededor se desintegra la realidad y se convierte en humo negro.

Sentada muy quieta y callada en su taburete observa la escena como si fuese una obra de teatro en la que todos interpretan un papel. Siente que lo más importante está en otro lado. Que lo que ve son sombras y actores, no personas reales. Que en realidad no existen o que están muy lejos. Mira detenidamente sus zapatos y le parecen que no son suyos, que no es dueña de sus zapatos. Que su vida como sus zapatos se va esfumando, se derrite, palidece.

Ella se convierte en la observadora. No está en el local. Está mirando desde arriba la escena. Está observándose a ella misma dentro del local. Mira una silla y sabe que está en su retina y en su cerebro pero está convencida de que no es real, de que no puede tocarla ni asirla. Ve a la gente feliz y se pregunta si eso tampoco es real. Si esa felicidad es efímera.

Se pregunta si sus zapatos, esa silla o la alegría son reales, si solo pertenecen al mundo de los sentidos, al mundo de las ideas, y no son más que sombras, muy nítidas y de colores. Pero sombras de otra realidad.


HUIR DE LA VIDA


No puedes ni imaginar,
cuantas maneras tengo de escapar.
He desarrollado con los años
una auténtica biografía de escapista profesional.

Huyo de ti
si te acercas demasiado.
Huyo a otras dimensiones
por agujeros de gusano.

Sin que te des cuenta
hago chas y
desaparezco de tu lado.
En mi cama hay una trampilla
que me transporta al País de las Maravillas.

Huyo de la televisión
y de sus malos presagios.
Eludo tu mirada
y en las fiestas
me meto debajo de la mesa.

Huyo de los hombres.
Cómo huyo de ellos.
Huyo de los besos furtivos
y me meto en los baños
de cualquier antro
a olvidar que existo.
Huyo de la lágrima fácil
y de la cárcel de la sangre.
Huyo de tu desdén
con mis auriculares.

A veces,
no sé por qué,
huyo de la vida.

sábado, 23 de febrero de 2019

LOS PÁJAROS DEL MARÍTIMO


Solamente los  días que hace viento voy a ver los pájaros del marítimo. No sé por qué pero creo que los pájaros tienen más poderes con el viento. Casi no despliegan las alas. Se dejan llevar por las corrientes de aire. A la gente no le gusta el viento. A muchas personas les produce desazón y dolor de cabeza. A mí me libera el viento. Es como si me recordase  que todo pasa y que yo también soy un pájaro pero de tierra. Como los emús. Me produce tristeza pensar en ellos. Con alas y sin poder alcanzar el cielo. Los pájaros son los mensajeros de los dioses. A mí vienen a contarme muchas cosas de esa otra vida que tanto imagino.

Cuando miro el cielo y veo una bandada de pájaros se me eriza la piel y el viento juguetea con mi pelo. Me parece que saben a dónde van. Lo llevan escrito en sus genes. No como yo, que sigo desorientada. Un pájaro desorientado seguro que es difícil que sobreviva.

Cuando los pájaros surcan el cielo me da una punzada de alegría en el esternón y me embarga un sentimiento ilusorio de libertad que dura unos segundos. Los pájaros son efímeros, volátiles y ligeros. Me recuerdan conceptos que me gustan. Hoy hace viento y dirijo mis pasos al marítimo. Los pájaros y el mar me esperan con calma y me enseñan a tener paciencia.

MI ENEMIGO


MI ENEMIGO

Mi enemigo me maltrata.
Psicológicamente y físicamente.
Es difícil confesarlo.

Mi enemigo me dice:
-no vales nada
-maldita la hora que naciste
-no le importas a nadie

Me lo dice cada día.
Al levantarme y al acostarme.

Mi enemigo me recuerda
constantemente todo lo que hago mal.
Él no es así con los demás.
A los demás los trata bien.
Sólo me trata así a mí.

Mi enemigo me zarandea
Mientras me grita:
-siempre estarás sola
-no te mereces nada bueno
-eres débil y vulnerable

Supongo que la culpa es mía.
Soy ya la que le di permiso para tratarme así.
Soy yo la que lo alimenta.
La que lo invita a mi casa.
La que lo acompaña a todos lados.
La que comparte la comida y la cama con él.

Ayer empecé a ir a un psicólogo.
Cuando me lo dijo no me lo podía creer.
Me dijo que mi peor enemigo soy yo.
Que no está fuera.
Que está dentro y que yo lo alimento.

EL PRECIO


EL PRECIO

El verdugo puso precio a mi cuello.
-Pagarás por toda la eternidad.
Las semillas que germinan los días turbios.
Tu eternidad.
Las semillas que germinan al son de sus manos.
Tu eternidad.

La caricia del viento que acaricia su pelo.
Una sonrisa en el fondo de una cloaca.
La risa efervescente en tu alma.
Cuando pierdes el norte y no ves la luz.
Si pisas en falso.
En las arenas movedizas y en el salto sin red
está tu eternidad.

La semilla que germina
en la soledad de un cuarto a media luz.
La semilla que germina
en la magia de los bosques
y en las nínfulas que los pueblan.

Hay un precio para tu cuello.
El precio de la libertad es la soledad.

VIENTOS DE LIBERTAD


VIENTOS DE LIBERTAD

Tengo momentos  de intimidad
con el sol y  las nubes,
contigo.

Tengo momentos de intimidad
cuando nadie mira.
Mis momentos de intimidad
son sólo míos
y de los pájaros.
De los pájaros que llegan y se van.

No cruzo la línea.
La fina línea que separa
las raíces del fondo del océano.
La línea que separa
la comisura de tus labios
de la saliva de tu boca.

Y me alienta no tener más norte que el amor.
Ni más Dios que vuestras manos.
Ni más amo que vuestras sonrisas.

Suena un himno de libertad
y se dibuja una tímida nube en el horizonte.
Soplan vientos de libertad.
Y tú me vienes a buscar
tarareando un cántico de sirenas
varadas en la eternidad.

HIMNOS DE ALERGIA A LA TRISTEZA


“Lástima de astillas en los dedos,
de nudos marineros
que no me dejan ir.
Todos somos víctimas del miedo,
del vértigo a la inmensidad de la existencia”
La MODA

HIMNOS DE ALERGIA A LA TRISTEZA

Con sus zarpazos hacemos belleza:
poemas de papiroflexia,
monumentos de purpurina,
armonías melódicas de plastilina.
Himnos de alergia a la tristeza.

Las penas las enlatamos y las tiramos al mar.
Las lágrimas las vertemos en pociones mágicas
y hacemos un conjuro contra las noches oscuras.
Con los jirones de nuestra  alma hacemos esculturas
a base de su metralla y restos de chatarra.
Himnos de alergia a la tristeza.

Si me dicen que no puedo
yo salto sin red.
Si me gritan no llegas
me elevo hasta tocar las nubes.
Si llenan nuestras casas de cebos  y trampas
convertimos las calabazas en carrozas.
Si se hace de noche en mi alma
contemplo las estrellas.
Si me pilla la lluvia sin paraguas
me bebo el manantial que mana del cielo.

Si los demonios de la soledad vienen a visitarme
me abrigo con recuerdos.
Si el silencio de la casa me hiere
lo hago callar con música
que cura mi alma herida
con las heridas de mis hermanos.

Si me viene a visitar la muerte y la enfermedad
le digo que he vivido demasiado.
He vivido segundos  que duraban toda la eternidad.
La muerte me pillará siendo inmortal.

Tu tristeza es mentira.
Lo tienes todo.
Eres afortunado.
Eres inmortal.
Eres el universo.
Fluyes con tus hermanos los demás humanos.

Sonríele a satán cuando te visite
y si te dice que no podrás soportar la tempestad
dile que tú navegas  los océanos,
que fuiste pirata en otra vida
y tu bandera es una calavera.

SUPERPODERES


“Dónde están los que pueden salvar el mundo
sólo con mirar”
La MODA

SUPERPODERES

Tú,
que parabas las balas con tus manos
y conseguías sonrisas en cada madrugada.

Tú,
que plantabas semillas
y crecían baobabs en campos yermos.

Tú,
que surcabas el aire como un águila
y te colgabas de las nubes de sus ojos.

Tú,
que todo lo que tocabas se convertía en oro,
eras alquimista de la profundidad
y hacías magia blanca las noches de luna llena.

Tú,
que el mundo te obedecía
con sólo mover un dedo.

¿Qué ha sido de los días de alas y rosas?
¿Dónde quedaron tus superpoderes?

Tú,
que el mar se abría a tu paso
y los lobos se sometían a tu dominio.

Tú,
que vibrabas,
fluías,
volabas,
acelerabas los corazones,
dominabas al viento,
creabas la lluvia con conjuros…
¿Dónde fue a parar la magia
que se enredaba entre tus dedos?

GENTE


“Qué fresca es la sombra que ofrecen.
Qué limpia el agua dulce de sus miradas.
Es por ti que empiezo un nuevo día.
Hay ángeles entre nosotros”
Presuntos Implicados

GENTE
Gente que choca su copa con la tuya.
Gente que ya no está
y otros que no saben si será su última Navidad.
Gente que vuelve de lejos.
Gente que echamos de menos.
Gente sola y gente hambrienta.
Gente que sólo quiere estar en paz
y gente con guerras interiores.

Gente que compra.
Gente que se vende.
Gente que me mira,
que te mira,
que me encuentro,
que huye.
Gente que son océanos
en mitad del desierto.

Gente que cree saber a dónde va.
Gente  que se cae,
que se apoya,
que te aporta,
que te aparta,
que pide,
que entrega.
Gente que construye con sus manos
un mundo en paz.

Esta Navidad tu mayor tesoro es tu gente.
Disfruta de tu gente, de los tuyos.
La Navidad, como la salud, no se puede comprar.
Jesús no está a la venta.

Olvidemos lo superfluo y
centrémonos en lo importante:
las personas que te rodean.

FELIZ NAVIDAD Y VENTUROSO 2019