miércoles, 18 de diciembre de 2013

LA FOTO DE LA FELICIDAD

Me quedo mirando la foto de la felicidad. Yo,  saltando. El pelo volando por los aires. Estoy sola. Soy feliz. Tremendamente feliz. No necesito nada ni a nadie. Me basto. Soy autosuficiente. He criado mi propio jardín y lo riego a diario. No espero que nadie traiga flores. ¿Cuánto dura? ¿Por qué es tan volátil? ¿Por qué tan escurridiza? ¿Por qué no se la puede atrapar más que en una foto, en un instante? 

JESSE PINKMAN (ENGLISH)


He carries a gun.
He has four days beard
wide sports clothes,
and big sports shoes.
He would lets be beated to defend you.                                    
He has a charming look,
and an angel  take care him.
He must  have a hand far away in the heaven.
It must  be his blue eyes,
that must have bewitched the gods.
He is a tough  guy with a big heart.
He hasn’t finished to be a kid yet.
He isn’t afraid to die.
He has principles but he is always in a blind alley.
He is tender and he loves children.
Sometimes he suffers.
Sometimes he is hurted by things you say,
but he is a tough guy,

and tough guy can’t cry.

JESSE PINKMAN (SPANISH)


Va armado.
Lleva barba de cuatro días,
ropa ancha de deporte
y grandes zapatillas.
Dejarían que lo molieran a palos por defenderte.
Tiene un ángel en la mirada,
y otro ángel cuida de que no le pase nada.
Debe tener mano allá en el cielo.
Deben ser sus ojos azules,
que han hechizado a los dioses.
Es un tipo duro con un gran corazón.
No ha dejado de ser niño aún.
No le teme a la muerte.
Tiene principios pero siempre está en un callejón sin salida.
Es tierno y adora a los niños.
A veces sufre,
a veces le hacen daño las cosas que dices,
pero es un tipo duro

y los tipos duros no pueden llorar.

domingo, 15 de diciembre de 2013

BAJO CONTROL

Él tiene el control de la situación.
Nos miramos y sabemos cuál es el siguiente paso.
Estamos sincronizados.
Saltamos a la vez.
Él me coge cuando tropiezo
y caigo en sus brazos.
Me salva el pellejo una y otra vez
Hacemos el tonto,
nos reímos de todo,
sobre todo de nosotros mismos.
Nos metemos en líos porque es divertido,
pero él siempre tiene el control de la situación.
Corre con el coche
y hace pirulas,
pero sé que estoy a salvo,
y que tiene la situación bajo control.
Hacemos  cosas prohibidas porque es divertido.
Nos paramos a  hablar con gente peligrosa.
Le miro a los ojos,
me sonríe,
y me dice:

“tranqui, nena, tengo la situación bajo control”.

CRUZAR LA LÍNEA

El peligro está en todas partes.
En la suela de tus zapatos,
en la carrera de tus medias,
en la oscuridad de la noche.
Mantienes el equilibrio sobre tus tacones de aguja rojos.
Sabes que hay un psicópata en cada esquina,
un arma cargada detrás de cada sonrisa.
Sabes que el equilibrio sobre los delgados tacones es difícil,
pero no te importa.
Aceptas el precio.
Llevas guardaespaldas,
no pueden hacerte nada.
Hay algo peligroso en la mirada de ellos.
Intento no mirarlos.
Hay algo peligroso en las calles nocturnas de esta ciudad,
pero yo no cruzo la línea.
Hay algo peligroso en aquel garito de mala muerte,
pero estoy tranquila,
llevo guardaespaldas.
Mi guardaespaldas también va armado.
Sé que hay algo de peligro en todo lo que te gusta.

Pero solamente cuido de no cruzar la línea.

NI SOÑARLO SIQUIERA

No me puedo permitir el lujo de soñar contigo,
con tus ojos claros,
con tu piel fina y blanca,
con tus brazos delgados,
con tu flequillo desordenado.
Ni lo sueñes,
ni lo intentes.
Tú estás dentro,
yo fuera.
Luego tu estás fuera,
y  yo dentro.
Te tengo en mi punto de mira,
tu no lo sabes,
que te miro cuando no te das cuenta,
y que sólo con mirarte me conformo.
No me atrevo a dar un paso.
Tu timidez,
mi no poder atreverme a soñar contigo.
Te imagino y me digo que no debo imaginarte,
que no puedo atreverme ni a imaginar.
Pero me digo que soñar es gratis
y  no hace daño a nadie.
Tú debes ser tan jodidamente especial,
y yo soy tan rara…

tan jodidamente rara.

LA FRAGILIDAD DE LA FELICIDAD

Otra vez estoy fuera.
Me han mandado fuera.
Fuera del universo.
Me han mandado a las profundidades de mi misma.
Estoy arriba, en el techo,
mirando como todos se divierten.
Mirándome a mi misma desde el techo
de ese pub.
Me han mandado allá arriba
un gesto agrio, una palabra mal dicha, una música inadecuada
Me han hecho no estar presente,
desdoblarme.

Creo que mi felicidad es muy frágil.