Cuando
mi mejilla rozó la mejilla de Tyler me di cuenta que estaba mojada. Se me
quedaron restos de sal en la cara y me pregunté qué le haría tanto daño.
En la
ciudad del viento y el mar, siempre hay humedad en el ambiente, el mar está a
dos pasos y el viento juguetea con tu pelo.
La
mirada de Tyler es un acertijo y yo me pregunto si Tyler es consciente de ello.
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