“Siempre fuiste mi
espejo,
quiero decir que para
verme tenía que mirarte”
Julio Cortázar
A SOLAS CONTIGO
Los espejos mienten
cuando te asomas
al precipicio de ti misma.
Los espejos también dicen la verdad
cuando resbalas una décima de segundo
al otro lado de tu yo.
No quiero verter líquidos opacos
sobre mis espejos.
A veces soy la malvada madrastra
y, cuando lo soy,
siento miedo.
Otras veces soy Alicia
atravesando el espejo.
Al borde del precipicio estás tú
y debajo del acantilado hay otra tú
que se cayó en otra vida
y resucita cada día.
A veces amas, hieres
y asolas la Tundra de la vieja Rusia.
Otras veces te amas, te hieres
y cierras con 7 candados tu palacio,
olvidando que también fuiste Blancanieves.
Y buceas en ti misma
en la soledad más absoluta
y no te desagrada tu olor.
Tu clausura te hace conocer
rincones oscuros
y sabores a canela.
Cuando los espejos mienten
y dicen la verdad
y tu casa es una atracción de feria,
entonces,
a veces,
sólo a veces,
tú te sientes a salvo dentro de ti misma.