martes, 9 de marzo de 2021

UNA PROFESIÓN CON PROYECCIÓN

La mejor manera de canalizar mi vocación es coger el toro por los cuernos. Se me iba la vida lavando las cortinas y eligiendo el mejor detergente. El mejor. Te lo juro. Aunque me quedase tres horas en el pasillo del supermercado. Los platos que cocinaba eran dignos de una estrella Michelin. Siempre odié a la Susanita de Mafalda. Mi sueño nunca fue convertirme en una ama de casa perfecta, abnegada y sin fisuras. Pero si mis películas favoritas son “León el profesional” y “El padrino”. Mírame. Cómo gestiono yo ahora mi verdadera vocación. Cómo le cuento a mi marido que quiero convertirme en mercenaria a sueldo.

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