En mi terraza han hecho un nido dos gorriones. Cuando estoy en la terraza se acercan y sobrevuelan alrededor pero no se atreven a llegar al nido. A veces incluso se acercan mucho porque ya me han cogido un poco de confianza. Cuando voy por la noche a la terraza no le doy a la luz por no despertarlos. Les he cogido cariño a esos dos gorriones. Es de las pocas cosas buenas que me pasan en el poblado.
1 comentario:
la vida en estado puro
:)
Publicar un comentario