sábado, 3 de agosto de 2013

VEINTEMIL

No puedo sonreírte, no esperes que lo haga. No puedo darte dos besos. Qué tal te va. Cuánto tiempo. Son veinte mil adversidades a lo largo de la vida y hoy tuve una alta dosis de ellas. No puedo simular que me alegre de verte. Estoy perdida muy adentro, tan adentro que no me encuentro. Discúlpame pero no puedo tener una conversación banal. Hoy la hipocresía es un traje que se me queda demasiado grande. Perdóname pero no puedo preocuparme por ti, por tus veinte mil adversidades, me estoy ahogando en las mías. Estoy buceando en un profundo y fangoso océano que está dentro de mí. No me lo tengas en cuenta. No es así todos los días. Fue la dosis de hoy que fue muy alta. Mis venas no aguantan dosis tan altas. Discúlpame una vez más. No será así mañana. Mañana te sonreiré, te daré dos besos. Qué tal te va. Cuanto tiempo. Hoy olvida que existo. Yo también quiero olvidarlo. 

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