Dedicado
a todos aquellos que no creen en la magia.
Si no
crees que hay magia
en la
mirada inocente de un niño,
en el
cálido abrazo de un amigo,
en las
palabras alentadoras de un desconocido…
creo
que estás muerto.
Si no
crees que hay magia
en la
constelación de Orión observando nuestras trivialidades desde el cielo,
en el
sabor amargo de una cerveza,
en la
suculenta paella que prepara con cariño tu madre…
creo
que estás muerto.
Si no
crees que hay magia
en la
blancura de la luna llena iluminando la oscuridad de la noche,
en esa
canción que dice exactamente como te sientes,
en esa
frase impresa que remueve tus entrañas…
creo
que estás muerto.
Si no
crees que hay magia
cuando
tu actor favorito suelta ese monólogo y se te hace un nudo en la garganta,
cuando
un encuentro casual se convierte en una noche de fiesta,
cuando
esas manos trepan por tu cintura.
Si no crees que hay magia en una margarita
del campo, en el ronroneo de un gato, en un pájaro que sobrevuela tu cabeza, en
una llamada inesperada, en el sonido del mar estrellándose contra las rocas, en
las miradas de complicidad, en las risas compartidas…para mí que te has muerto
y no te has enterado aún.
Si para ti termina el día cuando se pone el
sol, si todo te parece que se repite hasta la saciedad, si es “lo de siempre”,
“pues vaya mierda”, si estás atrapado en un trabajo que te aburre, en una
ciudad que no te gusta, conviviendo con gente que no te aporta nada, repitiendo
todos los días los mismos mecánicos actos sin conmoverte por nada…creo
seriamente que tienes un problema gordo, tu alma está muerta en un cuerpo vivo…
porque la magia es eso que ves con los ojos
del alma.