domingo, 24 de agosto de 2008

CONFESIONES

CONFESIONES (autor: Dolan Mor)


Al principio yo anhelaba ser el príncipe de la poesía, el rey
de las palabras, un ministro de los poemas con una medalla
sobre mi oscuro pecho, una corona de oro alumbrando
con su dorada luz mi noble cabeza. Después, bajé mis metas
y me propuse ser un licenciado, un doctor en gramática,
políglota, un James Joyce, usar barba, un abrigo negro
hasta los tobillos, las gafas circulares, la pipa entre los labios
recitando los versos de Charles Baudelaire. (Recuerdo
que tenía la foto de Vallejo debajo del cristal de mi mesa
de noche y, mirándola, apoyaba mi rostro y mis manos
cruzadas encima de un bastón con el puño de plata,
en forma de león, para creer un instante que mi nombre
era César. --Incluso estuve preso por parecerme a él.)
Me decía a mí mismo frases de Kierkegaard: “para el hombre
que aspire a triunfar en la vida existen dos caminos: ser César
o ser Nada”. Y yo lo repetía con la convicción de que era
(sólo faltaba tiempo) un dios o hijo de un dios. Sin embargo,
las cosas han cambiado y mi punto de vista se cayó en un
abismo. Ya no aspiro a ser príncipe, ni ministro, ni rey,
ni políglota un día, mucho menos deseo ser Joyce o Baudelaire
porque ambos están muertos, y un hombre, si está muerto,
vale menos que un perro. Ahora aspiro a las cosas sencillas
de la vida. (Me lo dijo Ray Carver y nunca lo entendí.) Miro
eL agua de un río sin pensar qué es el agua, me acuesto
entre la hierba y disfruto del sol. Pienso, respiro, siento
cómo limpia el oxígeno mi sangre, mis pulmones, late
en mi corazón. Soy feliz con vivir sencillo, aspiro a eso:
Posado, como un pájaro, sólo quiero una rama para cantar
mis versos, también una ventana para mirar el mundo,
aunque no tenga un piso, ni un palacio, ni un templo. Un marco,
una ventana para asomar mis ojos, humilde, con asombro,
sabiendo que soy polvo, y, debajo del cielo, un animal o nada.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cada uno somos una mota de polvo mas en este universo infinito... La vision que yo tenia entonces de lo que deseaba en mi vida no es para nada lo que encuentro en ella hoy en dia. Quiza con el tiempo, la madurez junto con los culetazos, hacen que las cosas vayan cobrando sentido y nitidez. Antes queria una casa con jardin, y mi imganicacion navegaba a gran velocidad, soñaba con ser alguien importante, quiza una estrella,o esa persona que cambiaria el mundo... aunque solo fuera un cachito o como minimo el mundo mas cercano a mi. Pero te das cuenta que las cosas no tienen solucion, y hoy solo existe conformismo. Me conformo con no olvidarme la sonrisa en algun cajon perdida. Hasta pronto.

La Maga dijo...

Pilina, a la vida no se le puede pedir mucho porque no te va a dar nada de lo que le pidas. Te va a dar lo que ella quiera darte. Y cada uno verá lo que hace con lo que le da. Como la parábola de los talentos. Quiero pensar que somos dueños de nuestro destino hasta un punto a partir del cual ya no controlamos las cosas. Si algo me ha enseñado la vida es a saber apreciar lo que uno tiene: las personas que te rodean, la ciudad en la que vives, el trabajo que tienes. Todas estas cosas aunque no sean las mejores son las nuestras y sólo por eso ya son especiales y hay que sacarles el máximo partido. Yo también era de las que querían cambiar el mundo y ahora me conformo con cambiarme a mi misma para cambiar lo que me rodea. Me viene que ni al pelo una frase que leí el otro día:"Existe un rincón del universo que con toda seguridad puedes mejorar y eres tú mismo" Aldoux Huxley.
Gracias por tu comentario. Siempre serás bienvenida a esta humilde morada.
Un fuerte abrazo.
Ánimo y suerte.