sábado, 8 de octubre de 2011

LA LECHE AGRIA


Leve como una pluma,
volátil como una ceniza:
eso fue mi amor para ti.
Cuánto me duele confesarlo.
Recuerdo cada uno de los días a tu lado,
cada minucioso detalle,
cada gesto de tu rostro
y cada palabra dicha u omitida.
Recuerdos que sólo me torturan.
Cuántas preguntas sin respuesta.
Cuánta falta me hubiera hecho un porqué.
Ahora, cuando ya la herida es una cicatriz,
ahora, que el tiempo ha silenciado tu eco,
ahora, que eres una sombra vagando por mi casa.
ahora, precisamente ahora,
tu recuerdo se me sube como la leche agria a la boca.

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