lunes, 28 de enero de 2013

UN PEZ LLAMADO WANDA

Vimos "Un pez llamado Wanda" y con cada sonrisa suya yo veía el cielo. Estábamos en el sofá, lo recuerdo muy bien, él sentado, yo tumbada, echada sobre su regazo. Era una peli divertida pero yo le prestaba más atención a su risa que a la peli. Cómo me gustaba su sonrisa. Se encendía una y otra vez una luz cada vez que sonreía y lo hacía a cada rato. No terminé de ver la película, me fui a la cama, no me aguantaba el cuerpo de trasnochar tanto y dormir tan poco los últimos días. Él se quedó. Desde el dormitorio aún escuchaba su risa y la luz que lo inundaba todo llegaba apaciguada. Esa fue la última vez que estuve en su casa. Me sustituyó pronto por otra. Me pregunto si a ella también le iluminará la habitación su sonrisa. 

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