“Tengo muy pocos años…
desde hace mucho tiempo”
Najwa Nimri. Haití
El HOMBRE MÁS VIEJO DEL MUNDO
La primera vez que le pregunté la
edad me dijo que tenía 160 años. “Dime que crea antiarrugas usas” Luego me fui
acostumbrando a ese humor entre negro, cínico y surrealista. Con el tiempo eso
fue lo que más eché de menos. Nuestra complicidad con bromas que eran sólo
nuestras.
Me decía cosas que me aniquilaban
por dentro. “Sólo eres una niña”. “¿Eso es malo o bueno?”. “Eso es un arma de
doble filo”. Lo que más me abrumaba de él era como me sostenía la mirada. Me
miraba profundamente con sus dos hermosos ojos negros que eran como dos
agujeros de gusano donde el tiempo se contenía. “Puedo ver el color de tu alma sólo
con mirarte”. “¿Y qué ves?” “Azul índigo. El color de los océanos”. Me decía
con su leve acento italiano.
A veces me daban miedo sus
poderes. Sí. Sus poderes. Poderes sobrenaturales. Sus manos estaban siempre
heladas. “Estás muerto”. Le decía yo. “Sólo he vivido más vidas que tú. El frío
me mantiene vivo por más tiempo. Mientras tú cumples un año yo cumplo tres” “Y,
¿Cuántos años puedes vivir? ¿eres inmortal?”. “Para ti sí que lo seré”.
Yo era muy niña entonces y no
podía entender todo lo que me decía. “¿Por qué?”. Le decía yo. “Es inevitable
dejar cadáveres. Yo he dejado muchos. He vivido demasiado”. Pero yo no me
quedaba contenta con la respuesta y volvía a preguntar. “¿Por qué?”. Y él decía
de inmediato. “¿Y por qué no?”. Y daba por zanjada la conversación.
A pesar de sus sempiternas manos
frías cuando lo abrazaba desprendía un intenso calor. Su cuerpo era como un
horno de leña que irradiaba calidez. Un día estábamos hablando, se paró en
seco, me miró a los ojos de aquella manera y me dijo. “Puedo saber qué piensas
sólo con mirarte a los ojos”. Yo me quedé turbada.
Una tarde que llovía a mares me cogió
la mano suavemente y dijo “¿Quieres que te lea la mano?”. Yo la retiré
bruscamente. “Estoy preparada para lo que venga. Mi futuro lo escribo yo”. Dije
con fingida soberbia.
Nunca más volví a saber del
hombre con más de 160 años. Si no me fallan los cálculos ahora debe tener 187
años aunque sólo hace 9 que no lo veo. Algunas veces me lo encuentro en
sueños y me dice con su leve acento italiano:
“Ay, niña, tus ojos se han aclarado y tu
alma ahora es de un azul más oscuro”
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