MIS ERRORES

“Me encantan mis errores,
no quiero renunciar al hecho de equivocarme”
Charles Chaplin

Esta frase tiene historia y quiero contárosla. Cuando yo era pequeña (adolescente) iba a la casa de mi prima donde ella me dejaba ropa y libros, ella fue una de las que propició mi afán por la lectura que dura hasta hoy. Pues en el cuarto de esta prima mía colgaba un póster que decía esta frase y salía una niña, no recuerdo muy bien la imagen. Pues yo no entendía la frase y me tenía maravillada. ¿Cómo alguien puede sentirse orgulloso de equivocarse con lo que yo odio equivocarme? Con el tiempo he averiguado de quién es esta frase tan espectacular y, cómo no, es del genial Chaplin.
Aquella niña que odiaba equivocarse creció y aún hoy día le tengo aversión a equivocarme pero me parece que ya no tanto gracias a esa frase. Equivocarse tiene una gran virtud y es que aprendes de los errores. Cuando aciertas no aprendes nada. Cuando te suspendían en un examen siempre te acordabas de lo que te habías equivocado. Y así en otros ámbitos. También es cierto que, como dice la popular frase, “el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra”. Y es cierto que podemos caer hasta la saciedad en el mismo error. Y yo reconozco que a mi me ha pasado. La cabra tira para el monte. Yo era de esas que son perfeccionistas, que amaban la perfección y aunque en el fondo lo siga siendo ahora no quiero renunciar al hecho de ser imperfecta y humana y equivocarme como todo el mundo. Y rectificar como los sabios. Ya no me enfado conmigo misma cuando me equivoco. Agacho la cabeza y digo para mi misma: Soy humana, me equivoqué. No hay mal que por bien no venga. Así que cuando os equivoquéis recordad que cabía la posibilidad y que no es nada malo sino algo posible dentro de este mundo tan complejo y maravilloso que nos ha tocado vivir.