sábado, 12 de julio de 2008

EL BARRIL DE PÓLVORA

Alguien me contó una vez la teoría del barril de pólvora. Resulta que todos tenemos un barril de pólvora para gastar en nuestra vida. Hay quien lo gasta antes y quien lo gasta después. Hay quien lo gasta al principio y quien lo deja para el final. Lo normal es gastarlo cuando eres un adolescente. El barril de pólvora son las ganas de salir de marcha, de ponerse los tacones y la minifalda e ir a comerse el mundo, y dejarte llevar por lo que la noche y el destino te deparen. Saltar, reir, beber, fumar, bailar, cantar, conocer gente. Yo cuando era mas joven no gasté mi barril de pólvora porque no me apetecía y hace poco que me dedico a gastarlo. El barril no se acaba y me pregunto si algún día se acabará o si la pólvora se va fabricando sola con el tiempo y cuando el barril se está vaciando por arte de magia se vuelve a llenar solo. No logro imaginarme una vida civilizada con chimenea y niños correteando por el salón, con cumpleaños feliz y vecinas con pucheros. No se si eso llega o si un día te levantas y de repente te apetece. Como no sé lo que me va a apetecer mañana no puedo predecirlo. He cambiado tantas veces de forma de pensar que ya no puedo agarrarme a nada que sienta hoy.

2 comentarios:

ETDN dijo...

Más triste sería que la pólvora se mojara sin ni siquiera haberla gastado.

Da igual cuándo y cómo.

Mientras acabe explotando.

bss

ETDN

La Maga dijo...

ETDN,el barril no se gasta pero se llena de decepciones que mojan la pólvora. Y es cuando te apetece estar sola. Olvidarte del mundo. Olvidar la soledad de la patata y entregarte a ella. Mi barril hoy está viejo y cansado. Hoy no fue una buena noche. Todas no pueden serlo. Todo no se puede tener. Creo que llego la hora de darle una patada al barril. El San Bernardo se hartó de su maldito barrilito. Un abrazo.