sábado, 20 de diciembre de 2014

LA HISTORIA DE UNA DESPARACIÓN

A Juan Manuel Gil y a este hermoso y difícil camino hacia la desaparición.

Te veo, no estás solo. Me pongo nerviosa y empiezo a hojear unos libros, disimuladamente. Por fin reúno fuerzas y me acerco. Tú me miras con sorpresa. Tu novia me mira con recelo. Nos quedamos solos. Hojeo tu libro nerviosamente, en realidad no lo miro. Lo suelto al instante.

Y luego viene la otra historia, la de la otra cara, la cara oculta de la luna, el yang, lo oscuro. Lo hermoso y difícil. Las palabras huecas, las palabras repetidas que ya no tienen sentido. Perder la magia, caerte y darte de bruces con el suelo. Ver el mundo tal cual es y toparte con esa realidad sin anestesia.

Ya no duele, hace mucho que ya no duele. Escuece, a lo sumo. La historia de caminar en círculos. Repetir todos los errores y encontrar algo hermoso en repetirlos. Los regalos que no llegan por Navidad. Una guitarra en MRW que no tiene dueño. Tu voz pronunciando el nombre de otra mujer con la misma intensidad que pronunciaste el mío. La libertad con todas sus consecuencias. El precio de la libertad. Querer volverme antes de lo previsto, como siempre. Renunciar a los caprichos por ser libre. Cuando la libertad no es más que otra cárcel. Cuando tú estabas destinado a desaparecer, que sólo eras humo y el humo vuelve al aire. Es su naturaleza.

Deja que la naturaleza fluya. Deja que el humo vuelva al aire. Deja que Alaska sea su meta. Que experimente, que busque, que se pierda, que encuentre, que gane y que pierda, que empiece de cero, que aprenda, que llore, que ría, que viva. Que haga lo que sea pero que viva.


Quiero que nuestros hemisferios se junten en rara ocasión para dar lugar a una estrella fugaz. 

No hay comentarios: