“Si pudieras verme
navegar entre la niebla”
Amaral
LA ESPERANZA
Todo lo que quedaba siempre al final de todo
era la esperanza.
La esperanza que luego se comían los días
que caían lentamente del calendario.
Era eso lo que siempre quedaba.
Los posos del café en los días noctámbulos.
Las formas poliédricas de la esperanza
siempre eran de esquinas punzantes.
Ellos hablan de la esperanza
con la boca llena
pero no saben de qué hablan.
Después de recoger los vidrios rotos
la esperanza se adueñaba de la casa.
Me gustaría que no siguieseis
sobrevalorando la esperanza.
Es como un veneno
que se inocula en el alma.
Si te digo la verdad
prefiero que me disparen a
quemarropa.
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