Despierta el día a la primavera
con una resaca imprevista.
Te preguntas
dónde quedaron los versos
del invierno anterior,
las plumas de los pájaros,
los copos de nieve,
las hojas secas.
Aparecen los primeros brotes.
Emerge la vida desde las entrañas.
Los pájaros dibujan en el cielo
la palabra libertad.
Las amapolas tiñen de rojo los trigales.
Los bosques tiñen de esperanza la vida.
El viento mece los álamos,
entonando una bella melodía.
La primavera germina
apurando los últimos vestigios
de una resaca improvisada.
La primavera es amnésica.
Pero...
todo es exactamente
como corresponde que sea.
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