miércoles, 30 de octubre de 2013

EMOCIONES FUERTES

Me gustan las emociones fuertes. Me gusta acostarme a las tantas los fines de semana, hasta que cierran todos los garitos, conocer gente nueva, hablar hasta con las piedras, charlar con borrachos, bailar hasta que me late el corazón muy fuerte, saltar, gritar. Me gustan las emociones fuertes. Caer rendidamente enamorada de algún pasota muy simpático que sólo quiere un par de besos y no saber nada de mí nunca más. Soy contradictoria como una adolescente. Me lo pregunto todo.  Le pregunto a todos sobre mis contradicciones. Necesito psicoanalizarme constantemente. Necesito escribir. Necesito sentirme viva y vivir al límite. Como si me fuera a morir mañana. Me gusta mucho la música. No paro de escucharla todo el día. Me gustan los conciertos. Me gusta hacer deporte. Por eso me gustan las emociones fuertes. Porque me gusta sentir que me late el corazón fuerte. Que estoy viva, muy viva. Pero ni me drogo ni bebo alcohol. Y también es una contradicción. Una más. De tantas. El amor es la emoción más fuerte que conozco y por eso me cuelgo de cualquiera, aún a sabiendas de que no va salir bien, de que las órbitas se sincronizan tres veces en la vida. Pero lo fuerzo. Me fuerzo. Intento conocerme cada día más y hoy, gracias a una amiga, he descubierto que me gustan las emociones fuertes ;-)

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