“Va a subir la marea y se lo va a
llevar todo”
Extremoduro
Atesoro fracasos en mi armario.
Uno tras otro. Cada fracaso duele como la suma de todos. Me sabe la boca a
hiel. Puedes ser el rey y puedes ser un
tipo de ley pero el fracaso sobreviene igual, igual que tu sombra te persigue
allá donde vayas. El fracaso viene cuando menos te lo esperas, está agazapado
entre objetos inocuos y aparentemente inofensivos. No se aprende de cada
fracaso porque cada fracaso es único e irrepetible. Acéptalo cuanto antes. El
fracaso me engulle, se ramifica por mi cuerpo, me colapsa.
Pero hay esperanza…el fracaso se
evapora. Tarda un día, dos, tres…desaparece.
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