domingo, 6 de septiembre de 2015

LO VERDADERO



¿Cómo distinguir si un diamante es auténtico? ¿Cómo saber si las palabras que derraman son diamantes verdaderos? Las copias se suceden en un mundo en el que lo verdadero no tiene valor porque lo importante es la apariencia. Aparentar ser verdadero. ¿Cómo distinguir a un hipster auténtico de un calorro disfrazado de hipster que se adhiere a la moda? La moda mata lo verdadero hundiendo su chuchillo en la carne de lo genuino. Me pregunto cuánto dura lo  verdadero, si tiene fecha de caducidad su frugalidad.

La verdad se esconde en la oscuridad e irradia luz. Me ilumina la vida la sonrisa pura, las palabras ciertas, la comida que no es de  cartón, la música que no es copia de la copia, el cine que huele a novedad legítima. La apariencia me mata, me resume, me desencanta y me frustra,  pero ¿cómo distinguir lo verdadero? Si las decepciones campan a sus anchas en mi vida y lo verdadero se derrite como la cera con el sol que más calienta, ante mi pasmosa mirada.

¿Qué validez tiene lo verdadero? ¿Es verdad que me quieres? ¿tus lágrimas son ciertas o es el colirio de tus lentillas? ¿la lasaña es precocinada? ¿tu barba es de cartón piedra? ¿es cierto que no la olvidarás nunca? ¿has dejado demasiado tiempo en el horno lo verdadero y se te ha quemado?

¿Puedo creerte? ¿Puedo creer en algo que no sea la resistencia al agua de mi rímel? ¿Es cierta la teoría ptolomeíca o me engañan mis sentidos? ¿Es posible que todo sea una falacia, un teatro, que te dejaste el horno encendido y se te quemó lo verdadero, que los atardeceres eran de plástico y la luna de poliestireno, que compraste los vaqueros ya rotos, que no eras el conducto biliar furioso de Jack cuando yo me iba a la cama con Tyler?

¿Es posible que vivamos en una gran mentira? ¿Dónde se esconden los notarios que acreditan lo verdadero?

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