Yo tenía una meta hasta hace poco. Tenía un motivo para
levantarme por las mañanas. No era una gran meta ni un gran motivo pero era
algo que me sostenía. De repente ellos me han quitado mi meta, mi motivo para
levantarme. Ya sé que ha sido sin querer, que no era su intención, que no lo
pretendían y que ni siquiera lo saben pero lo han hecho. Desde aquel día nado
en un mar de dudas y sobrevivo aferrada a la ventana al mundo que me posibilita
internet. Entre youtube, mi blog, el facebook y la 2. En un recorrido por lo
que me muestra ese mundo se basa mi día a día desde que perdí mi meta. No hablo con casi nadie. Todo es virtual. Todo
excepto mis ganas de llorar. Ellos me abocaron a ser consciente de mis
limitaciones, a ser consciente de que no tengo fuerzas para dar ese paso, que
por otra parte es lo que sé en el fondo de mi alma que me toca hacer. Ahora no
encuentro ninguna salida. Sólo me queda la desesperación.
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