viernes, 16 de diciembre de 2022

LABERINTOS

 “¿Dónde está el amor?”

Amaral

 

LABERINTOS

Desperté y me sentí Teseo.

No podía encontrar la salida del laberinto.

Ariadna se había quedado dormida.

Me pregunté si el Minotauro estaría también dormido.

 

Todos habíamos olvidado de dónde veníamos.

El Minotauro.

Teseo.

Ariadna

y yo.

 

Desperté y no estaba en casa.

Olía a jazmín, zumo de naranja y vodka.

Ariadna estaba convaleciente.

La noche anterior fue larga.

El Minotauro era un adonis.

En realidad yo no quería salir del laberinto.

Quería morir entre sus fauces.

 

Pensé que quizás el laberinto estaba dentro.

Que para encontrar la salida

tenía que dejar de  mirar fuera.

 

-¿Dónde está el amor?

Gritó Ariadna en sueños.

Quizás yo fuese todo a la vez.

Teseo,

Ariadna,

el Minotauro

y el laberinto.

 

Quizás fuese yo la ofrenda a los dioses

y mi sacrificio salvaría a Teseo.

Ariadna no despertaba.

Las fauces del Minotauro me esperaban.

 

El laberinto estaba dentro.

El Minotauro estaba dentro.

Yo lo había devorado.

Cuando me desperté supe

que el laberinto no desaparecería nunca.

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