No estás deprimido, estás distraído.
distraído de la vida que te colma,
tienes corazón, cerebro, manos, ojos, boca;
alma y espíritu, pensamientos que te hacen ser libre.
Entonces, ¿cómo puedes sentirte pobre y desdichado?
No estás deprimido, estás distraído.
Distraído de la vida que te rodea:
el mar embravecido, los bosques salvajes,
el sol que te calienta, la magia de la luna,
las insondables estrellas, el intrincado universo.
las águilas, los felinos, los linces,
los búhos y los murciélagos.
¿Cómo puedes no sentirte parte de algo tan grande como es este precioso planeta
azul?
No estás deprimido, estás distraído.
Sufres por una persona,
porque una persona no te quiere,
cuando en el mundo estamos más de 6000 millones.
No es tan malo estar sólo.
Haces con tu vida lo que quieres a cada momento,
sin dar explicaciones.
Te conoces más y eso es muy importante en la vida.
Tu mejor amigo has de ser tú mismo
y cuidarte y mimarte y quererte y
agradecer que estás vivo.
¿Cómo puedes sentirte solo cuando hay más de cien pupilas en
las que verte reflejado?
No estás deprimido, estás distraído.
Te sientes viejo,
con 30, con 50, con 60, con 80.
José Saramago con más de 80 años seguía escribiendo con la
misma pasión.
Bob Dylan con 75 sigue componiendo.
No estás viejo, estás distraído,
no te das cuenta que estás vivo
y que cada día que amanece es un regalo,
una oportunidad para hacer con tu vida lo que más desees.
Nunca es tarde para ser astronauta, escritor, músico, filósofo.
Comienza de cero cada día.
No pienses en el pasado.
No pienses en tus limitaciones.
Disfruta cada minuto y empléalo bien.
Sonríe, agradece, canta, baila, juega, emociónate.
Vive.
¿Cómo puedes sentirte viejo?
No estás deprimido, estás distraído.
No encuentras la felicidad y es tan fácil.
Lo que llamas problemas son lecciones,
lecciones para hacerte más fuerte.
Míralo como oportunidades.
No perdiste a nadie,
el que murió se nos adelantó,
porque para allá vamos todos.
Además, su recuerdo, su amor, lo mejor de él, sigue en tu
corazón.
¿Quién dice que Jesús está muerto?
No estás deprimido, estás distraído.
Haz sólo lo que amas y serás feliz.
el que hace lo que ama está benditamente condenado al éxito.
No hagas nada por obligación ni compromiso,
hazlo sólo por amor,
entonces habrá plenitud.
La felicidad no es un derecho, es un deber,
porque si no eres feliz estás amargando a todo tu barrio.
Hay tantas cosas para gozar
y nuestro paso por la Tierra es tan corto
que sufrir es una absoluta y total pérdida de tiempo.
No estás deprimido, estás distraído.
Distraído de lo que tienes en tu nevera.
Tienes chocolate, vino,
croquetas, magdalenas, paella.
¿Y que más tienes?
Tienes a Mozart, a Bach, a Beethoven;
Los Rollings, los Beatles, David Bowie, Sabina, Rosendo.
Tienes a Auster, a Muñoz Molina, a Murakami, a Hesse, a
Oscar Wilde;
1984, La historia interminable, Romeo y Julieta, Ana
Karenina.
Tienes a Mondrian, a Dalí, a Cezane, a Magritte, a Modigliani.
Por citar una infinitésima parte de los artistas que nos
rodean,
de todo la inmensa herencia que nos dejaron.
¿Cómo puedes decir que te aburres?
No estás deprimido, estás distraído,
distraído por tu ego
que te limita y cansa,
que te aletarga.
En cambio la inocencia lo ve todo con asombro,
nos lleva de fiesta en fiesta,
la inocencia ve todo por primera vez.
Para ella todo es novedad, constantemente, cada día.
La inocencia trata a todos por igual.
El ego juzga, el inocente vive.
El inocente renace a cada instante,
como los niños.
Aprende de ellos.
¿Cómo puedes sentirte cansado?
No estás deprimido, estás distraído.
Olvida lo que eres y comienza de cero ahora mismo.
Como si este fuera tu último minuto.
Como si te apuntasen con un arma.
No continúes en la indolencia.
No sigas deprimido.
No sigas distraído.
La vida te espera.
El mundo te espera.
Levántate del sillón y coge la vida por las solapas.
Texto inspirado en “No estás deprimido, estás distraído” de
Facundo Cabral
y escrito por La Maga.
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