sábado, 25 de enero de 2014

COMO UN MARTILLO EN LA PARED

“La historia se repite una y otra vez, como un martillo en la pared”.
Ya no duele. Dejó de doler hace mucho tiempo. Escuece, si acaso, pero dolor no. Ya no lloro, es como un vacío dentro, pero llorar, lo que se dice llorar, no. Las cerillas fueron apagándose una tras otra hasta que me quedé en una total oscuridad. En mi defensa puedo decir que no me gusta dormir sola. No es una excusa. Es mi debilidad dormir abrazada al calor de un cuerpo. Ya sé que no es una buena excusa. Pero disparaste antes, y la culpa es sólo mía. Fui yo la que te regaló el arma. Vuelvo a la calle de los gatos de los contenedores. Allí todo está en calma y nadie va armado.

“Vacía el cargador, una y otra vez, como un martillo en la pared”

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