No sé si son las leyes de Murphi,
algún maleficio cósmico o algo esotérico que está más allá de nuestro
entendimiento o de las leyes de la Tierra. Mis pensamientos sobre algo que va a
acaecer (no tiene que ser nada trascendental, son cosas cotidianas) suelen ser
antagónicos a la realidad. Si suena el whasapp y creo que es mi primo, pues
luego es mi hermana. Si pienso que alguien se va a enfadar conmigo por algo que
he hecho, entonces no se enfada y cuando pienso que no se va a enfadar,
entonces, para mi sorpresa, se enfada. Si pienso que va a estar cerrada la
panadería, entonces está abierta. Si
pienso que algo me va a costar muy caro, entonces vale muy barato. Y así
sucesivamente se suceden los pensamientos que no se cumplen. Le he hecho un
boicot a esta ley y ahora cuando me viene un pensamiento sobre algo, trato de
obligarme a pensar lo contrario de lo que quiero, para que la realidad me
obsequie con lo que quiero.
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