Me cansé de mirarte.
Esta noche, de repente, me di cuenta.
Te miré y me di cuenta que dejaste de ser el centro,
que ya no me ruborizaba cuando me rozabas,
que ya no me imaginaba surcando mares contigo,
que prefería la soledad de mi cama.
Me harté de que siempre salieras ganando.
Me cansé de tus malas noticias.
Me cansé de tu cansancio.
Me cansé de tus repuestas.
Creo que me cansé,
de que no sepas salir perdiendo,
de tus huesos,
de tus eternos peros.
Te miré y me di cuenta,
fue como un flash,
como una revelación,
como una bofetada que te suelta la realidad.
Me cansé de tus ojos,
me cansé de tus labios,
me cansé de tus lentas pisadas.
Hasta me cansé de tu sonrisa.
Tus manos no coincidían con las de antes.
Te miré y me di cuenta,
de repente,
de que estaba cansada,
muy cansada.
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