La magia no funciona. Qué triste
que la magia no funcione. Que tú seas mi
prioridad y yo no. Te observo cuando no te das cuenta y te veo tan feliz en tu
mundo. En tu micromundo. Porque tú tienes un micromundo como yo. Pero yo no
entro en tu micromundo. Entro como una pieza prescindible. Lo intento y lo
intento pero soy como una mosca que se golpea una y otra vez contra un cristal
porque quiera entrar y no veo el cristal porque es transparente pero es una
barrera que nos separa. No me necesitas.
No quepo en tu micromundo. Tu rutina. No lo das todo. No pierdes la
cordura. Eres tan racional. Yo soy tan visceral. No sabes nada. Yo tampoco sé
nada pero sé lo corta que es la vida. Lo rápido que pasa la vida. Lo vulnerable
que es la vida. Lo fácil que es desaparecer sin dejar rastro. Lo fácil que es que un día te levantes y se
acabe todo. Un cáncer, un ictus, un accidente de coche, el tipo que puede
entrar y quitarte del medio tan rápido . Yo vivo cada momento como si fuese el
último de mi vida. Vivo en permanente contacto con la muerte. Vivo en plena
consciencia de que somos muy frágiles. Que todo esto es mentira. Que nada es
real. “Nothing is real” como dicen en “Strawverry fields”. No es real el trabajo, ni los exámenes, ni las
preocupaciones, ni el dinero, ni las prácticas, ni los cursos, ni las obras, ni
las cuentas de crédito, todo es un
juego, el juego de la vida, sólo es un viaje, y tú no te das cuenta. Sólo un
viaje, en el que lo único que me llevo son tus besos, lo demás se queda aquí.
1 comentario:
Esto lo escribí hace ya tiempo pero hoy día tiene la misma validez que entonces :-(
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