“Sucede que me canso de mi piel y de mi cara”
Me canso, me canso tanto que me da miedo.
Me canso de mi,
de empezar siempre de cero,
de no aprender de mis errores.
Me canso de mi soledad,
de recurrir siempre a lo mismo,
Me canso de abrir las puertas.
Me canso de ti,
pero más me canso de mi,
de mi inocencia,
de mi fe ciega en los falsos predicadores,
de los que se creen dioses en la Tierra.
Me canso de la ilusión y de la necedad,
de la ilustre sonrisa y de las penas,
de esas son de las que más me canso.
Me canso del sinsentido de mi caminar,
de mis pasos trémulos,
de no querer nunca acostarme.
Me canso de ser optimista.
Como me canso.
Me canso del parchís,
de tu juego,
de mi juego,
del juego universal.
Me canso de comer fichas
y mandarlas a casa
y de que me coman a mi
y me manden a casa,
cuando ya casi estaba llegando.
Me canso de las pócimas secretas
que no remedian el desasosiego.
Me canso de esperar,
es sin duda de lo que más me canso.
Me canso de la vana esperanza
y de las falsas amistades de la noche.
Me canso de no estar cuando estoy
y de pensar demasiado.
Me canso de no pisar el suelo,
de navegar sin brújula
y de tu felicidad constante.
Me canso tanto,
mirando el mar mientras el mundo gira.
1 comentario:
Ya sabes que yo también me canso de todo, de los hombres, de las mujeres, de lo que me rodea y de lo que me espera. Supongo que todos nos cansamos de ser humanos.
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