La vida de la calle me asombra.
Todos afanados en sus quehaceres.
El hombre pasea a su perro.
El albañil taladra la calle.
La mujer va a la compra
con su bebé en el carrito.
El joven comenta:
-Qué frío del demonio.
Las abejas obreras se afanan en su colmena
fabricando con sus patitas
la miel que da de comer a sus hijos.
La abeja liba.
El pájaro construye un nido.
Tú me miras.
Esa labor ya es suficiente.
Tú y yo queremos ser los zánganos de esta colmena.
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