viernes, 4 de enero de 2008

INERME


INERME
No me tocas,
no me llegas,
no me hieres,
no me dueles,
no me importas,
no me influyes.
Ni tú,
ni tu amarga existencia,
ni tu muerte de labios,
ni tus ojos vacíos,
ni tus estúpidas palabras.
No me entiendes
y no me importa
porque estás lejos,
en la otra orilla.
De nada me serviría
construir un puente
porque si lo cruzo
querré volver sobre mis pasos.
Al otro lado hallaré
el vacío del abismo:
un alma muerta.

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